Todo se inicia y termina en él. Es el uno contra uno.
Cuando un niño empieza a jugar al basket, no tiene esquemas, ni bloqueos, simplemente tiene un amigo al que intenta superar, driblándolo. En Minibasket a nadie le enseñan recursos tácticos, solo los técnicos. Así empezó a jugar todo el mundo. Tanto los jugadores que vemos ahora en la tele, como los millones de personas que jugaron a basket y que nunca han desarrollado un esquema de ataque. Pero no por ello, les dejó de fascinar practicar este deporte. Solo jugando 1 vs 1 o 2 vs 2 a media pista, se engancharon al basket.
Y termina:
Partido igualado. Últimos minutos. Las defensas aprietan. La jugada no sale. Quedan nueve segundos de posesión. No queda tiempo para desarrollar otra jugada. Los compañeros lo buscan. Y aparece la figura. Recibe el balón. Su única opción, sus recursos técnicos. Saca la falta, anota o da una asistencia. Es lo que ha diferenciado a los megas cras, con los buenos jugadores. El uno contra uno. El partido termina con él. Y lo gana quien mejor lo ejecuta.
La esencia de la esencia.
Parar a Bodiroga en uno contra uno es imposible; sólo el equipo puede hacerlo", "Si lo intentas defender con jugadores más bajos, te posteará; si le pones encima un jugador más alto, le driblará ya que tiene un excelente uno contra uno de cara a canasta". Decía el bueno de Jasmin Repesa, no puedo estar mas de acuerdo. Y todo esto lo hizo Bodiroga a cámara lenta. Sin recursos físicos, y con una mecánica de tiro lenta. Creo que nadie tuvo tantos fundamentos técnicos en una pista de baloncesto. Por eso Bodiroga es la esencia del uno conta uno. Disfruten con Dejan.
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